El nudo del ladrón se parece al nudo de rizo con la excepción de que los extremos sueltos se encuentran en lugares opuestos diagonalmente. Se dice que los marineros guardaban sus pertenencias en una bolsa usando el nudo del ladrón, a menudo con los extremos ocultos. Si otro marinero abría su bolsa, era muy posible que el ladrón volviese a atarla usando el nudo de rizo, mucho más común, quedando así expuesta la intrusión, y de ahí procede el nombre.